D.: Stephen Sommers
I.: Arnold Vosloo, Brendan Fraser, John Hannah, Rachel Weisz
Sinopsis: En 1926 parte una expedición arqueológica organizada por la egiptóloga inglesa Evelyn Carnaham. Acompañada por su hermano Jonathan y el irlandés Rick O’Connell (ex oficial de la Legión Extranjera de Francia), Evelyn tiene un mapa de la mítica ciudad de Hammunaptra, donde se guardaban las riquezas del Antiguo Egipto.
Si bien está la competencia de otra expedición dirigida por americanos, y el constante acoso de la milenaria secta Medjai (que por siglos ha custodiado a Hammunaptra y sus secretos), el mayor peligro está al llegar a la faraónica ciudad perdida. Ahora ambas expediciones enfrentan un peligro común.
Y es que estos occidentales expedicionarios han subestimado una de las más viejas maldiciones egipcias (precisamente la que los Medjai más temían): impruentemente han vuelto a la vida al sumo sacerdote Imhotep, momificado vivo más de tres mil años atrás.
El resucitado Imhotep, ahora poseedor de colosales poderes sobrenaturales, no solo llevará muerte y destrucción a quienes profanaron su tumba, sino a todo aquel que se cruce en su camino. Y es que, a diferencia de otras maldiciones faraónicas, esta horrenda momia amenazará, no solo a los expedicionarios que le despertaron, sino a todo el mundo.
Crítica: En 1932, el film La Momia marcó un hito en los clásicos hollywoodenses de horror. Para el año 1999 llegó este remake del mismo título, que readapta el material del original para el público de finales del siglo XX.
La presente versión deja intacto el argumento básico del film original: Imhotep, antiguo sacerdote egipcio, es maldecido y enterrado vivo, por sacrílego; tres mil quinientos años después, una expedición británica lo desentierra y revive mágicamente a la momia de Imhotep, quien desata una mortal maldición que cobrará la vida de quienes se crucen en su camino, mientras busca a su amor perdido más de tres milenios atrás.
Imhotep es interpretado por Arnold Vosloo, quien si bien no tiene el aspecto y actuar ceremonioso que Boris Karloff dio al mismo personaje.
Precisamente Imhotep (la Momia) es el único personaje común en ambas versiones, pues los demás son caracteres totalmente distintos… excepto el caso del egipcio Ardeth Bey (Oded Fehr), miembro de la secta Medjai: su nombre era el alias que el resucitado Imhotep adoptaba para pasar por un egipcio de 1932.
Si bien el personaje de la Momia es propio del cine de terror, aquí se le convierte en el monstruo de una película de aventuras, aunque, acertadamente, siempre cuida de introducir elemento del horror clásico (notables escenas de la “reconstrucción” de Imhotep).
También se hacen constantes homenajes a otros films “de momias”, a efectos especiales del recordado Ray Harryhausen y hasta a hechos históricos: la protagonista Evelyn (Rachel Weisz) se apellida Carnaham, sospechosamente similar a Carnavon, el noble inglés que dirigió la expedición que descubrió a Tutankamon en 1922 (la supuesta maldición que eso acarreó inspiro el clásico de 1932).
Rick O’Connell (Brendan Fraser), el nuevo héroe de esta aventura, luce como una suerte de Indiana Jones de los años veinte, Evelyn Carnaham es una heroína que, a diferencia de la de la cinta clásica, no es para nada frágil e indefensa.
Y Jonathan Carnaham (John Hannah) es el personaje cómico cuyas extravagancias ayudana aliviar la tensión, aunque su papel de “graciosito” es a veces opacado por el que hace Beni Gabor (Kevin J. O’Connor), un chistoso bribonzuelo húngaro.
Cabe destacar los excelentes efectos especiales, así como la nueva tragedia por la que Imhotep fue maldecido a convertirse en un monstruo capaz de llegar a todo por el amor que le arrebataron hace más de tres mil años.
Aunque ha surgido una nueva saga de films con los mismos personajes protagonistas (cada uno menos terrorífico que la anterior), este remake de La Momia ha quedado como una joyita del moderno cine de aventuras.
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