Harry Potter y la Piedra Filosofal

Harry Potter and the Philosopher’s Stone, GB, 2001

D.: Chris Columbus

I.: Daniel Radcliffe, Rupert Grint, Emma Watson

A.K.A.: Harry Potter y la Piedra del Hechicero

Sinopsis: Harry Potter, un huérfano londinense que vive con sus tiránicos tíos, recibe una misteriosa misiva: está invitado a estudiar en la Escuela Howards de Magia y Hechicería. Tras ser enterado que desciende de una familia de eminentes magos, el niño acepta ir.


Ya instalado en Howards, conoce a Ron y Hermione, condiscípulos que se convertirán en sus mejores amigos. Tras varias mágicas experiencias, Harry y sus amigos descubren que una presencia maligna está acechando la escuela.

Pronto se evidencia que el misterioso enemigo es el malévolo hechicero Lord Voldemort, a quien todos creen muerto. Y que su objetivo es el mayor tesoro custodiado por Howards: la poderosa Piedra Filosofal.

Ahora, solo Harry Potter puede impedir que este mágico tesoro caiga en garras del más diabólico de los magos.

Crítica: En 1997 la novela Harry Potter y la Piedra Filosofal, de la escritora británica J. K. Rowling, se convirtió en un clásico de la literatura infantil. Para el 2001 llegó su inevitable versión fílmica, bajo la dirección de Chris Columbus.

Precedida por una buena campaña publicitaria, la película adapta el libro original aceptablemente. Originalmente la historia iba a trasladar la acción de Inglaterra a América (iba a ser dirigida por Steven Spielberg), pero la autora insistió que la locación y los actores fuesen británicos.

Harry Potter (Daniel Radcliffe) logra evadirse de la despótica autoridad de sus tío, los Dursley, gracias a una revelación el día que cumple once años: él es el heredero de grandes poderes y un renombrado prestigio, además de dinero y un futuro que le aseguraron sus difuntos padres... es decir, el sueño dorado de todo sufrido don nadie (niños o adultos), alcanzar de inmediato fama y fortuna.

Harry acepta ir de interno a Howards, donde pronto hará amistad con Ron Weasley (Rupert Grint) y Hermione Granger (Emma Watson) y descubrirán que no todo es magia “blanca” en ese mágico mundo: el siniestro Lord Voldemort, asesino de los Potter, ha regresado de su fingida muerte y planea apropiarse de la Piedra Filosofal, con la cual podría recuperar sus perdido y temible poder.

Los efectos especiales son buenos, así como la música (obra de John Williams). Lo más destacado serían las escenas del recorrido por el Callejón Diagon, la bienvenida en Howards, la primera clase de vuelo en escoba, el enfrentamiento con un gigantesco trol, el partido de Quidditch (versión mágica del soccer), la incursión en el Bosque Prohibido y la peligrosa partida de ajedrez.

La historia es inteligentemente llevada. Se muestra a los niños protagonistas siendo tan o hasta más listos que sus adultos maestros, descubriendo la conspiración que ellos no ven. Asimismo, se mete el “elemento sorpresa”, al hacer que no todo sea lo que parece, y que la letal amenaza surja de donde menos se espera (el memorable enfrentamiento entre el pequeño héroe y el diabólico asesino de sus padres).

Harry Potter y la Piedra Filosofal es un excelente complemento de la novela: Daniel Radcliff ya le dio el rostro definitivo al joven héroe de gruesos anteojos, que logro hacer que grandes y chicos volvieran a creer en la magia de la fantasía.