The Da Vinci Code, Editorial Doubleday, Nueva York, 2003
A.: Dan Brown
Sinopsis: El profesor americano Robert Lagdon, experto en Simbología, es arrestado en París como sospechoso del misterioso asesinato de Jacques Saunière, director del Museo Louvre. Logra escapar con la ayuda de la criptóloga francesa Sophie Neveu, y juntos emprenden la búsqueda de los motivos del enigmático homicidio.
Siguiendo mensajes dejados por el difunto Saunière, accederán a pistas dejadas desde hace siglos por el sabio Leonardo Da Vinci en sus obras. Así llegarán a descifrar uno de los mayores enigmas de la Cristiandad, oculto por siglos por una hermandad misteriosa.
Pero el peligro los acecha constantemente. No solo la persistente policía francesa les persigue con tenacidad, sino también un oscurantista grupo de fanáticos, decididos a cometer cuantos crímenes sean necesarios con tal de apoderarse de ese secreto... un secreto que tiene el poder de cambiar la Historia.
Crítica: Indiscutiblemente, uno de los mayores éxitos de librería de los últimos tiempos, así como una de las obras literarias más polémicas y discutibles de la presente década. Por esto, El Código Da Vinci ha sido calificado como “un Harry Potter para adultos”.
Dan Brown, su autor, ha reciclado aquí al personaje de Robert Langdon, protagonista de Ángeles y Demonios (otra novela previa suya). Sin embargo, la presente obra no es una secuela, sino una nueva y distinta aventura, al mismo estilo de las de Indiana Jones, aunque con más dosis de crudeza y realismo.
La obra aparece amparada por numerosas citas históricas y referencias a otras obras “serias”, para luego soltarle de sorpresa al lector una inesperada “revelación” que contradice a lo expuesto por la doctrina cristiana y hasta por la mismísima Biblia.
Por esto se ha acusado a Brown de tergiversar la verdad histórica para su ficción, haciendo pasar por fuentes fidedignas a teorías de dudosa credibilidad.
Aparte de eso, el autor aprovecha cada oportunidad para repetir, corregidas y aumentadas, críticas y acusaciones hacia la Iglesia Católica Apostólica Romana que han circulado desde siempre.
Todo lo anterior provocó que la reciente versión fílmica de esta novela “suavizara” el anticatolicismo de Brown, así como suprimiera tantas contradicciones a las Sagradas Escrituras (aunque deja intacta la premisa original).
Lo que es indudable es que Robert Langdon, el héroe de El Código Da Vinci, se ha ganado un lugar indéntico al del arqueólogo del látigo y el sombrero, solo que dedicado exclusivamente al público adulto.
A.: Dan Brown
Sinopsis: El profesor americano Robert Lagdon, experto en Simbología, es arrestado en París como sospechoso del misterioso asesinato de Jacques Saunière, director del Museo Louvre. Logra escapar con la ayuda de la criptóloga francesa Sophie Neveu, y juntos emprenden la búsqueda de los motivos del enigmático homicidio.
Siguiendo mensajes dejados por el difunto Saunière, accederán a pistas dejadas desde hace siglos por el sabio Leonardo Da Vinci en sus obras. Así llegarán a descifrar uno de los mayores enigmas de la Cristiandad, oculto por siglos por una hermandad misteriosa.
Pero el peligro los acecha constantemente. No solo la persistente policía francesa les persigue con tenacidad, sino también un oscurantista grupo de fanáticos, decididos a cometer cuantos crímenes sean necesarios con tal de apoderarse de ese secreto... un secreto que tiene el poder de cambiar la Historia.
Crítica: Indiscutiblemente, uno de los mayores éxitos de librería de los últimos tiempos, así como una de las obras literarias más polémicas y discutibles de la presente década. Por esto, El Código Da Vinci ha sido calificado como “un Harry Potter para adultos”.
Dan Brown, su autor, ha reciclado aquí al personaje de Robert Langdon, protagonista de Ángeles y Demonios (otra novela previa suya). Sin embargo, la presente obra no es una secuela, sino una nueva y distinta aventura, al mismo estilo de las de Indiana Jones, aunque con más dosis de crudeza y realismo.
La obra aparece amparada por numerosas citas históricas y referencias a otras obras “serias”, para luego soltarle de sorpresa al lector una inesperada “revelación” que contradice a lo expuesto por la doctrina cristiana y hasta por la mismísima Biblia.
Por esto se ha acusado a Brown de tergiversar la verdad histórica para su ficción, haciendo pasar por fuentes fidedignas a teorías de dudosa credibilidad.
Aparte de eso, el autor aprovecha cada oportunidad para repetir, corregidas y aumentadas, críticas y acusaciones hacia la Iglesia Católica Apostólica Romana que han circulado desde siempre.
Todo lo anterior provocó que la reciente versión fílmica de esta novela “suavizara” el anticatolicismo de Brown, así como suprimiera tantas contradicciones a las Sagradas Escrituras (aunque deja intacta la premisa original).
Lo que es indudable es que Robert Langdon, el héroe de El Código Da Vinci, se ha ganado un lugar indéntico al del arqueólogo del látigo y el sombrero, solo que dedicado exclusivamente al público adulto.
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